Ahora que las noches se hacen más largas y los días más cortos, no hay nada como llegar a un cuarto cómodo que te invite a envolverte entre pliegos de suaves cobijas. Es por eso que decidimos recoger las mejores ideas acogedoras para que las pongas en práctica en tu dormitorio:
Añade terciopelo
Crear el ambiente perfecto para las temperaturas de noviembre y diciembre se logra con la técnica de combinación de texturas. Una de las tendencias en textura que se pronostica para esta temporada es la aterciopelada.
La clave es elegir accesorios en terciopelo, que tengan variaciones sutiles en cuanto a brillo y textura. Algunas ideas son colocar cojines o una silla tapizada con este tipo de tela.
Crea un rincón de lectura
Las temperaturas más bajas son el momento perfecto para asegurarse de tener espacios acogedores para acurrucarse y leer un rato.
Diseñar un rincón de lectura en la esquina de tu habitación es una manera fácil de reutilizar un área abandonada. Coloca una silla cómoda junto a la ventana y emparéjala con una mesita para sostener una taza de café y un libro. Agrega una lámpara de lectura para crear una apariencia completa.
Usa alfombras
Una de las formas más fáciles de cambiar el look de cualquier espacio es mediante el uso de alfombras. Si lo deseas, incluso puedes cubrir el piso por completo.
Puedes empezar con una de fibra natural, como el yute o el sisal, y por encima coloca alfombras estampadas para dar personalidad y color a la habitación.
Reemplaza tus cojines
En cada temporada es muy sencillo cambiar las fundas de tus cojines, lo que se convierte en una solución rápida e ideal. Solo necesitas que sean simples y, sobre todo, acogedoras, así que no te preocupes por los estampados ni patrones rebuscados.
Cambia los bombillos
Una de las maneras más rápidas de cambiar el look de tu habitación es cambiando los bombillos. La luz de tonos cálidos crea un espacio acogedor, mientras que las luces blancas con trasfondos azules pueden hacer que un hogar se sienta frío y estéril.
Toma en cuenta los colores en el espacio: Los bombillos calientes son perfectos en habitaciones con paredes cálidas, mientras que los frescos son ideales para habitaciones con una paleta de tonos colorida.
Escoge las ideas más acogedoras según tu estilo y personalidad.