Decorar espacios pequeños es todo un reto. ¿Qué puedo hacer y qué no? ¿Cómo me las ingenio para que todo quepa? ¿Puedo tener muchos o pocos accesorios?
Sí, son muchas las variables a tomar en cuenta. Pero lo más importante es crear un espacio que se adapte a tus gustos, que te haga sentir cómodo y en el que cada mueble y rincón es funcional. No será fácil, pero sí te aseguramos que con paciencia y creatividad conseguirás crear tu propio hogar.
¡Adiós cortinas!
Olvídate de las cortinas, para que no interrumpas la entrada de luz natural. Si no quieres renunciar a ellas, usa tejidos ligeros. También puedes usar unas tradicionales y bonitas contraventanas pintadas de blanco. Recuerda: Escoge siempre tonalidades claras, que aportarán mayor sensación de luminosidad al espacio.
No le temas a los colores
Elige complementos con personalidad, como cojines decorativos en colores y texturas interesantes, alguna planta para añadir frescura y cuadros en colores intensos o con contrastes para multiplicar la profundidad de la habitación.
Un buen sofá no es problema
Elige un sofá en ‘L’ ya que te ayudará a definir diferentes zonas. Además, no necesitarás muchas piezas más para contar con un espacio versátil y cómodo.
Aprovecha tus paredes
Coloca estantes para aprovechar bien las paredes. Sin duda, son el recurso más versátil para decorar. Y si cuentas con un espacio con la altura suficiente, anímate a crear un pequeño dormitorio o zona de lectura en altura.
Usa pocos estilos decorativos
En lugar de mezclar muchos muebles y accesorios de diferentes estilos, apuesta por piezas de líneas sencillas y cierto minimalismo. Tampoco abuses de muchos accesorios ni de colores. Para conseguir calidez también en el baño, opta por la madera.
Los accesorios XXL son bienvenidos
¿Qué te parece tener un espejo enorme? Colócalo frente una ventana. No solo harás que la luz rebote a otros espacios, sino que también aportarás sensación de amplitud.
En un espacio estrecho,puede parecer paradójico colocar una pieza muy grande, pero se eliges la adecuada le darás a la habitación el toque que necesitaba.
La distribución es clave
Fíjate bien en el espacio con el que cuentas y encuentra una manera de distribuir tus muebles que te permita darle varios usos a una misma habitación.
Aprovecha cada centímetro cuadrado
Si necesitas un despacho, puedes instalar un estante que cumpla con esa función. Cerrando las puertas, puedes tener un gran espejo que maximiza el espacio; mientras que abriéndolas puedes tener un pequeño estudio para trabajar en casa.
Las puertas corredizas son tus mejores amigas
Tal vez no te gusten, pero hoy en día existen muchas opciones en el mercado. Instálalas en espacios estrechos, donde una puerta con una apertura habitual dejaría espacios muertos difícilmente utilizables. Una puerta corredera puede hacer que un cuarto pequeño al que no le encuentras un uso definido, se convierta en el dormitorio de invitados perfecto.
Grandes alfombras para definir espacios
En una alfombra grande entran una pequeña mesa de café y un par de butacas. Visualmente, definirás un pequeño rincón y generarás cierta sensación de amplitud a su alrededor.
Complementos y accesorios en su justa medida
Mantén el espacio despejado, evitando colocar demasiados jarrones, velas, plantas y otros complementos en general. En este tipo de situaciones menos es más.