La decoración con fibras naturales no tiene por qué ser solo para hoteles o casas de playa. Los muebles, complementos y detalles con materiales naturales traen ese ambiente fresco y veraniego que tan bien le sienta a cualquier hogar.
El ratán, mimbre, sisal, yute, bambú, entre otras son texturas naturales que se han venido integrando en las últimas tendencias de decorativas de interiores. Ya no solo quedan relegadas a los espacios exteriores.
Si te gusta la idea de que tu casa sea más fresca y te recuerde al exotismo de lugares lejanos, la decoración con fibras vegetales es la indicada para ti. A continuación te dejamos algunas ideas para que inicies el cambio de look de tu hogar:
Encajan en cualquier estilo decorativo
No importa si es nórdico, rústico, industrial, minimalista, en tonos neutros, pasteles u oscuros… Las fibras vegetales siempre quedan bien. Ellas proporcionan equilibrio a estéticas afines como la rústica o añaden contraste y calidez a un ambiente moderno o industrial.
Se adaptan a todos los rincones de tu casa
Con ellas los salones, comedores, dormitorios, baños y hasta las cocinas adquieren ese aire relajado y exótico. Para comenzar, prueba agregando elementos pequeños como cestas o lámparas.
Luego, cuando te hayas convencido de su versatilidad, empieza a complementar con muebles más grandes de fibras naturales (sillón, butaca, sillas del comedor) o una gran alfombra de yute.
No sólo para el verano
Puedes apostar por muebles y piezas de texturas naturales en cualquier época del año, porque son cálidos y frescos al mismo tiempo. Haz la prueba con una silla o butaca de ratán, que puedes decorar con cojines y textiles de lino en verano, o con una manta de mohair durante el invierno.
Empapa los ambientes de personalidad y estilo
Además de ser naturales, ligeros y resistentes, estos materiales son una tendencia en el universo deco, perfectos para mezclarse con otras estéticas y crear espacios únicos llenos de carácter y personalidad.
Aportan el valor de lo artesanal
Lo hecho a mano está en auge. Y los muebles y complementos elaborados con mucha paciencia y detalle son piezas llenas de alma y amor. Además, son únicas y exclusivas.
Transmiten bienestar
Entrar en una atmósfera decorada con fibras naturales tiene efectos positivos sobre nuestras emociones. Todo es gracias a que nos trasladan a esos lugares donde reina la calma, la paz y siempre hace buen tiempo. Con tan solo entrar nos imaginamos una casa cerca del mar Mediterráneo o un alojamiento de ensueño en algún paraíso lejano y exótico.
Fomentan un estilo de vida natural
Son los aliados naturales de los espacios sencillos y luminosos, con un plus de calidez. Se identifican con la tendencia decorativa slow-design, la cual reivindica lo natural y el diseño artesanal local.
Por otra parte, elegir fibras naturales es estar en consonancia con una filosofía que respeta el medio ambiente. Las fibras provienen de especies vegetales no protegidas que crecen en abundancia. Además, puedes reciclarlos fácilmente, tan solo debes darles una mano de pintura ecológica para que cobren una segunda vida.