Los tonos como los grises, blancos, marrones y negros nos ayudarán a crear un diseño industrial en casa. Por otra parte, las texturas también son muy importantes para conseguir un look industrial.
Si esta es la decoración que deseas para tu hogar, sigue leyendo y te contaremos los esenciales.
En primer lugar, hablaremos sobre los tonos que deberías emplear:
El gris como protagonista
Es necesario convertir al gris en el protagonista de tu casa, si deseas conseguir un diseño industrial en casa. En primer lugar, aporta sobriedad y también elegancia, además de ser muy versátil.
Este tono brinda una atmósfera atemporal y neutra. Otro punto a su favor es que es fácil de combinar con casi cualquier color, especialmente con sus complementarios: los colores tierra.
Tal vez pienses que en el dormitorio son esenciales otros colores, pero te sorprenderías. En esta estancia puedes utilizar varios textiles (cortinas y ropa de cama) en este tono, mientras que agregas un toque especial con una cabecera de cama en papel pintado que imita a una pared de ladrillo.
Blanco: el gran aliado
Ten en cuenta que el blanco nunca debe ser el color principal, pero es útil cuando quieres iluminar una habitación. Para ello, úsalo en las paredes, el techo y mobiliario.
Sin duda, tener un gran ventanal en la habitación reforzará aún más esa impresión de luminosidad.
Sofisticación con negro
Si bien el negro se asocia con ambientes fríos, su correcto uso en determinadas zonas de la casa es clave para dar forma a un ambiente industrial elegante y sofisticado.
Por ejemplo, en el baño puedes utilizarlo en las puertas de la ducha. No necesariamente tienen que ser completamente negras, ya que con los bordes basta. En la grifería empotrada y en los apliques del espejo también funciona. Incluso, si te sientes atrevido, pinta el techo de negro para generar un interesante efecto de profundidad.
Atemporalidad y los tonos tierra
En los ambientes industriales casero se deben incorporar los tonos tierra o una textura como el cuero. Si tienes la suerte de poder añadirla con un mueble que nunca pasa de moda, como el sofá al estilo chester, el resultado final será envidiable.
Como segundo punto importante tenemos las texturas, tan necesarias e importantes en cualquier tipo de decoración:
Recurre a texturas metalizadas
Una de las texturas que no pueden faltar en nuestro ambiente industrial es el metal. Y una forma muy sencilla de introducirlo es por medio del mobiliario, como sillas, sofá o gabinetes.
Como este material es naturalmente frío, es una buena idea combinarlo con texturas más cálidas como la madera. Además, si añadimos una pizca de un color fuerte y más llamativo (pero siempre en tonos cálidos), obtendrás una estancia armónica y acogedora.
Texturas imperfectas
La tendencia del estilo industrial es que las paredes y el mobiliario pueden estar en cualquier estado. Se les da la bienvenida a las grietas, los golpes, los desconchones e, incluso, a las abolladuras en superficies metálicas.
Aunque este estilo invita a una decoración en la que pueden mezclarse perfectamente objetos de distintas épocas, se corre el riesgo de sobrecargar los espacios. Así que ten cuidado y esfuérzate por tener todo en su justa medida.
A la hora de ponerte manos a la obra, toma en cuenta que el diseño industrial en casa debe resaltar los elementos estructurales de las instalaciones.